Las grandes patronales de la CEOE se oponen a ceder en la reforma laboral y presionan a Garamendi
Grandes patronales regionales y sectoriales de la CEOE se niegan a ceder un milímetro en la negociación de la contra reforma laboral y presionan a su presidente, Antonio Garamendi, abierto tradicionalmente a acuerdos y pactos con Gobierno y sindicatos en el marco del diálogo social. Así se lo harán saber a Garamendi este miércoles en la reunión que mantendrá el Comité Ejecutivo de la CEOE, dos días antes de que el viernes finalicen las reuniones agendadas entre las tres partes para cerrar un pacto antes del 31 de diciembre que modifique la reforma laboral aprobada por el PP en 2012 y que Bruselas considera clave para repartir los fondos del rescate.
Garamendi decidió aplazar a la semana próxima la reunión de la Junta Directiva de la CEOE -órgano encargado de aprobar o rechazar el acuerdo con el Gobierno- y convocó para este miércoles un Comité Ejecutivo con la intención de pulsar la opinión de las patronales sectoriales y regionales -asistirán unos 50 responsables de patronales- sobre la contra reforma laboral, que sigue sin avanzar tras una nueva reunión este martes.
El presidente de la patronal ha asegurado públicamente que no siente la presión del Gobierno para pactar, pero fuentes conocedoras de la situación explican que la presión existe, con el argumento de que un ‘no’ de la CEOE al acuerdo pondría en peligro la llegada de los fondos del rescate europeo a España -Bruselas ha pedido que el acuerdo incluya a los empresarios-.
Pero, además de la del Gobierno, Garamendi tiene que afrontar la presión dentro de su casa de las patronales que no quieren hacer cesiones para cerrar un acuerdo. Patronales del motor como Anfac y Ganvam, de mucho peso, o Asaja, entre otras, critican varios aspectos de la contra reforma. «No entendemos por qué se nos dice cómo y cuándo tenemos que contratar», aseguran desde una patronal.
«La adaptación de los turnos de trabajo, el reajuste de las líneas de producción o los contratos temporales, entre otras medidas laborales en nuestras fábricas, han permitido evitar o retrasar, en la medida de lo posible, la ejecución de los ERTE o reducir el número de empleados afectados por éstos. La automoción es uno de los principales generadores de empleo de España por lo que es importante establecer un marco laboral que no ponga en riesgo tanto el empleo como la competitividad del sector», señalan fuentes de Anfac.
Además de a las sectoriales, Garamendi tendrá que poner especial énfasis si quiere cerrar un acuerdo en convencer a las patronales de Cataluña y Madrid, las dos más poderosas de la CEOE. Las fuentes consultadas aseguran que tanto Fomento del Trabajo como Ceim tampoco apuestan por cerrar un acuerdo a cualquier precio, «por decirlo de una manera suave».
Temporalidad y convenios
Los motivos de estas patronales para negarse a ceder son los conocidos. La temporalidad que quiere imponer en el texto la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz -que limitaría las opciones de las empresas para contratar-, la prevalencia de los convenios sectoriales sobre los de empresa, o las limitaciones a la subcontratación son los temas más polémicos que, a falta de tres días para que este viernes se cierre el plazo dado por el Gobierno para acercar posturas, siguen sin resolverse.
Pero, además, se añade también un componente político. «No queremos ceder y encima darle a este Gobierno la opción de que esté vendiendo durante dos años que ha llegado a un acuerdo con los empresarios para reformar el mercado laboral», aseguran desde una patronal.